martes, 20 de octubre de 2009

EL MODELO AGROEXPORTADOR

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- Presentación -
El 25 de junio de 1912, en la localidad de Alcorta, de la provincia deSanta Fe, una multitud se dirige a la Sociedad Italiana dispuesta a terminar con la distribución irracional de las ganancias obtenidas por el trabajo de la tierra y con la fuerte explotación a la que son sometidos los trabajadores.
El joven abogado Francisco Netri –junto con chacareros, comerciantes, agricultores y trabajadores del campo– ha promovido la protesta y conduce la asamblea en la que participan más de 2000 manifestantes.
La rebelión es el inicio de una protesta más extensa en la Argentina agroexportadora: se suman los sindicatos de trabajadores rurales, pequeños comerciantes y más de 100.000 chacareros.
El 5 de octubre de 1916 Francisco Netri, impulsor y partícipe fundamental del Grito de Alcorta, el movimiento generador de las bases de la Federación Agraria Argentina, es asesinado de un disparo.
- Desarrollo -
El proceso de industrialización que atraviesa Europa a fines del siglo XIX genera oferta de productos manufacturados, demanda de materias primas y excedentes de capitales en busca de mejores márgenes de ganancia.
La Argentina, como otros países que ante la necesidad de mano de obra ofrecen salarios altos, recibe a gran cantidad de inmigrantes expulsados de algunas zonas del viejo continente que sufren exceso de población, desocupación y hambrunas.
América Latina se reacomoda en el nuevo mercado mundial y la Argentina se incorpora como uno de los principales productores de alimentos y materias primas.
La reorientación genera un nuevo patrón económico: el modelo agroexportador. Este modelo se basa en la exportación de carnes y granos, producidos a partir de la explotación extensiva de la tierra, para la que se necesitan capitales externos para inversiones y la incorporación de mano de obra inmigrante.
La Argentina cuenta en ese momento con millones de hectáreas incorporadas por la fuerza como resultado de las campañas de ocupación de los territorios de pueblos y comunidades indígenas.
La expansión de la frontera agrícola, el desarrollo del sistema ferroviario, el alambrado de los campos, y la llegada masiva de inmigrantes para solucionar la escasez de mano de obra permiten la puesta en producción de millones de hectáreas: en 16 años, se pasa de 200.000 hectáreas dedicadas al trigo a 1.600.000.
El Estado nacional emite bonos, sobre los que paga intereses mayores a los europeos. De esta manera, busca atraer capitales financieros extranjeros.
Y utiliza esos préstamos para consolidar su aparato burocrático y militar.
La mayor parte del capital invertido es británico, dado que Gran Bretaña es la principal potencia económica mundial. Los capitales ingleses se invierten en la construcción de puertos y líneas férreas para favorecer la exportación de los productos agropecuarios y la introducción de manufacturas.
Desde la década de 1850, en la Argentina comienza a desarrollarse la producción agrícola a partir del proceso de colonización, que consiste en el loteo de tierras en parcelas de un tamaño rentable para la producción basada en la mano de obra familiar.
Los gobiernos de Santa Fe y Entre Ríos y los empresarios colonizadores privados garantizan el asentamiento de extranjeros, y ofrecen facilidades de crédito para pagar la tierra y capital a través de instrumentos e insumos de labranza como arados y azadas.
Con la llegada de inmigrantes se desarrolla la producción agrícola en la zona norte de la región pampeana, en el centro y sur de Santa Fe y en el sudeste de Córdoba. El resultado más inmediato de la colonización es –hacia la década de 1870- el inicio de las exportaciones de trigo y maíz.
Para 1890 el crecimiento económico y la capacidad de consumo entran en crisis, lo que provoca el cierre de muchos bancos, la consecuente pérdida de los depósitos y la bancarrota del Estado nacional.
La crisis del 90 tiene un duro impacto sobre los colonos que pagan las hipotecas de sus parcelas. Los dos grupos más numerosos y vulnerables son: por un lado, los pequeños arrendatarios, que explotan la tierra en base a la mano de obra familiar, y por otro los llamados braceros, que son peones y jornaleros empleados en la cosecha. El término braceros proviene de la necesidad de brazos para levantar las cosechas.
A la producción agrícola se le suma la actividad ganadera, y así el modelo agroexportador obtiene gran dinamismo con la estancia mixta, en la que se alternan actividades agrícolas con la cría de ganado.
Este sistema, sumado a las fuertes inversiones –principalmente de origen europeo- coloca a la Argentina en condiciones de satisfacer la demanda de países como Gran Bretaña, Alemania, Bélgica, Francia, y Suiza.
El sistema productivo genera una estructura en la que el sector agrario es tan fuerte que se convierte en la clave del modelo económico.
Con la importación de sementales, que dan lugar a un ganado que produce más kilos de carne en menos tiempo, se perfeccionan las razas ganaderas según el gusto de los diferentes mercados que las consumen.
El grupo de productores dedicados al ganado refinado, dividido entre criadores e invernadores (es decir, los que engordan a los animales), se consolida. Los invernadores, por su posición de intermediarios, son
quienes fijan el precio en el mercado de la carne.
Hasta fines del siglo XIX el ganado se exporta en pie, es decir, vivo, pero a principios del siglo XX comienza la exportación de carne congelada, y más tarde la de carne enfriada. La aparición del frigorífico es decisiva en el crecimiento de las exportaciones de carne. Los frigoríficos quedan también en poder de extranjeros; primero en manos británicas: los frigoríficos Las Palmas y Smithfield, y más tarde en norteamericanas: Swift y Armour, aunque algunos, como Sansinena y La Negra, son de capital nacional.
El progreso económico, determinado por la necesidad de abastecer el creciente mercado, alcanza a la provincia de Mendoza con la industria del vino, y a Tucumán, Jujuy, Salta y Santiago del Estero, con la caña de azúcar. El Estado, a través de tarifas aduaneras a la importación, protege estas actividades productivas. Alienta y garantiza obras de infraestructura que permiten conectar a las regiones productoras con los mercados consumidores.
En el norte de Santa Fe, parte de Corrientes, Chaco y Santiago del Estero se inicia un proceso de explotación de los bosques de quebracho, principalmente por parte de la compañía La Forestal del Chaco, una empresa de capitales ingleses con aportes de accionistas franceses y alemanes. Del quebracho se extrae el tanino, una sustancia que se exporta y se consume a escala local para curtir cueros. Además, la madera del quebracho se utiliza para producir durmientes de ferrocarril y postes.
En Santa Fe, la construcción del ferrocarril abarata la salida de los productos y alienta la instalación de fábricas de tanino, obrajes, talleres, almacenes y poblados en las zonas que atraviesa.
A muchas de las tierras fiscales apropiadas durante las campañas de ocupación del norte patagónico se las utiliza para la ganadería extensiva. Hacia ellas se traslada el ganado ovino desplazado de la pampa húmeda por el desarrollo de la agricultura y el ganado bovino.
Así se genera un paisaje de contrastes entre los escasos valles con irrigación destinados a la agricultura intensiva y con mayor cantidad de habitantes, y las miles de hectáreas que quedan sin poblar y sin explotar por la gran especulación con el precio de la tierra.
Seis millones de hectáreas quedan en manos de un puñado de propietarios.
En 1907, el presidente Figueroa Alcorta decreta que el yacimiento petrolero descubierto en Chubut es de propiedad estatal. A partir de entonces empieza a formarse un nuevo polo de desarrollo en esa provincia.
El desarrollo del ferrocarril permite la integración de las diferentes regiones del país, facilita la llegada de la mano de obra necesaria, de las mercaderías de consumo para la población en crecimiento, y posibilita el aumento de la exportación de los diferentes productos.
Gran Bretaña domina el negocio de los ferrocarriles. La expansión de la red ferroviaria es vertiginosa: pasa de 9400 km en 1890 a casi de 34.000 km en 1914.
En la región pampeana, corazón del modelo agroexportador, comienzan los conflictos por la explotación impuesta a los trabajadores: bajos salarios, extensas jornadas laborales y excesivos cánones de arrendamiento de las tierras chocan con la idea, promovida por el gobierno y los terratenientes, de que se vive un desarrollo social armónico.
La alta movilidad de la mano de obra en épocas de poco trabajo en el campo traslada los conflictos a las ciudades.
Entre 1901 y 1904 se realizan varias huelgas protagonizadas por peones de la región pampeana, asalariados del sector cañero del Noroeste y quebracheros de la zona chaqueña.
En 1911, la mala cosecha eleva el precio de los granos. Al año siguiente, las condiciones climáticas favorables permiten una cosecha récord que provoca la baja del precio de los granos por la abundancia
de oferta. Para los arrendatarios, esto significa menos ingresos y grandes dificultades al momento de afrontar el pago de los elevados cánones de arrendamiento.
La situación se vuelve acuciante para los pequeños productores, ya que a las deudas originadas por la mala cosecha del año anterior se les suma la caída de los precios del grano.
Muchos comienzan a juntarse en almacenes, parroquias y viviendas precarias para buscar soluciones. En la localidad de Firmat, de la provincia de Santa Fe, se organiza la Sociedad Cosmopolita de Agricultores. En Bigand, la de Campesinos Unidos. Las demandas deben ser escuchadas.
El 25 de junio de 1912 varios pueblos rurales del sur santafesino amanecen con sus faenas campestres paralizadas. Francisco Netri, un joven abogado llegado de Italia en 1897, está al frente de la asamblea. Le debe a su hermano Pascual, párroco del pueblo de Alcorta, el haberlo acercado al movimiento agrario. Netri promueve la protesta junto a chacareros, comerciantes, agricultores y trabajadores del campo, y su lugar de privilegio lo lleva a conducir la votación en la que participan más de 2000 manifestantes.
La decisión a la que llegan es contundente: huelga por tiempo indeterminado para presionar a los terratenientes hasta tanto no se obtenga la rebaja general de los arrendamientos y aparcerías.
El momento que eligen los huelguistas para presionar a los arrendatarios es clave: acaba de levantarse la cosecha de maíz y se debe roturar y preparar la tierra para la próxima campaña.
El Grito de Alcorta, como se llamó al movimiento, es apoyado por braceros, agricultores, chacareros y pequeños y medianos comerciantes locales ligados al agro. La huelga, que se extiende por cuatro meses, alcanza a otras colonias y pueblos de Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba y Entre Ríos.
Se forma una comisión oficial que media entre los arrendatarios y las organizaciones corporativas de los terratenientes y grandes acopiadores, como la Sociedad Rural de Santa Fe y la Bolsa de Comercio de Rosario.
En agosto, las comisiones locales confluyen en una reunión en Rosario, que deriva en la formación de la Federación Agraria Argentina. Netri se incorpora como asesor letrado de la Comisión Directiva.
El Grito de Alcorta es el primer movimiento agrario de gran alcance que promueve la asociación gremial de chacareros, y crea una corriente que estimula las protestas y el surgimiento del cooperativismo agrario.
Pero las coincidencias entre obreros y arrendatarios pronto llegan a su fin.
Los braceros se organizan y deciden amplias huelgas de asalariados rurales, con la esperanza de terminar con el trabajo esclavo al que aún son sometidos.
A partir del Grito de Alcorta los propietarios acuerdan suavizar las condiciones de contratación según las demandas de los productores y se consigue la rebaja de los arrendamientos y la consolidación de la organización gremial de los chacareros en la Federación Agraria Argentina.
Creada con la unión de los chacareros y dirigentes radicalizados, la Federación Agraria Argentina se alinea con los terratenientes. Entre 1912 y 1917, los dirigentes más radicalizados se apartan por voluntad propia o son expulsados.
Europa maneja el mundo, tecnológica, financiera y políticamente. El dominio sobre las áreas coloniales y las necesidades de expansión de las grandes potencias industriales hacen que las confrontaciones se vuelvan cada vez más frecuentes, no sólo en el viejo continente sino también en las colonias de África, China o el Medio Oriente.
Pero el enfrentamiento entre el Imperio Austrohúngaro y Serbia traspasa las fronteras, el 1 de agosto de 1914, y la declaración de guerra se extiende hasta Rusia desatando un conflicto del que participan 32 naciones.
La Argentina, aunque es neutral, no sale ilesa de la Gran Guerra. Las importaciones disminuyen, muchas industrias se achican o desaparecen y aumentan la desocupación y el trabajo precario.
- Cierre -
En 1916, mientras se dirige a la sede rosarina de la Federación Agraria, Francisco Netri recibe un disparo. Herido, logra llegar hasta la peluquería ubicada frente a la Federación y muere en el patio de ese local.
El autor del disparo es Carlos Ocampo. Aunque nunca devela en el juicio el motivo de su accionar, se sospecha que el asesino ha sido contratado por los terratenientes santafesinos.
Para 1917, el estallido de la Revolución Rusa impulsa la radicalización de algunas fracciones locales de anarquistas, socialistas y comunistas. Pero la postura de los chacareros de no alinearse tras ningún ideal político les permite una mejor negociación frente a los gobiernos radicales, tanto en Santa Fe, desde 1912, como a nivel nacional desde 1916, con las presidencias de Hipólito Yrigoyen.
Esta posición negociadora lleva a la sanción de la primera ley de arrendamientos agrícolas, en 1921.
El modelo agroexportador moderniza al país y lo convierte en uno de los mayores exportadores del mundo, pero al mismo tiempo expone a la clase trabajadora a constantes y múltiples situaciones de explotación e injusticia.
Historia de un país. Argentina Siglo XX – Canal Encuentro
Guión: Paula Romero Levit/ Pablo Hidalgo – Asesoramiento Histórico: “Eternautas” – Coordinador: Gabriel Di Meglio/ Gustavo Alvarez/ Juan Pablo Fasano – Asesoramiento de contenidos: Jésica Tritten – Archivo histórico documental de
Canal Encuentro: Claudia Perel/ María Flores/ Gachi González/Verónica Kodalle

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